RAZONAMIENTO ÉTICO Y DELIBERACIÓN
La deliberación consiste en el análisis detenido de las circunstancias y consecuencias
que concurren en una situación concreta, y por tanto también en la identificación de
los cursos de acción posibles y de entre todos ellos, del curso óptimo.
Características del razonamiento deliberativo
El razonamiento deliberativo es un proceso cuyo objetivo es la toma de decisiones y
que se caracteriza por:
• Su objetivo es la toma de decisiones.
• Es un razonamiento práctico, no teórico.
• Versar sobre el futuro, sobre lo que vamos a hacer o decidir más adelante, aunque sólo sea un momento después.
• Evalúa las circunstancias concretas que concurren en el caso y las consecuencias previsibles.
• Es de carácter contingente e incierto, en tanto que juicio sobre el futuro.
• No dar certeza sino que siempre está afectado por la incertidumbre.
La práctica de la deliberación
Para deliberar hay que seguir un procedimiento que, como todo proceso de investigación,
consiste en ir pasando por una serie de fases hasta alcanzar un resultado final. En el esquema
que se presenta a continuación, adaptado al modo de tomar decisiones en un Comité de Ética
Asistencial, se trata de ir recorriendo los tres niveles: el de los “hechos”, el de los “valores” y el
de los “deberes”, hasta concluir en el de las “responsabilidades” o decisiones “prudentes”. Estos niveles deberían respetarse siempre en el análisis de un problema humano complejo, paralizante. Aquí la deliberación consiste en un procedimiento de ponderación de los distintos
puntos de vista, dadas las experiencias, conocimientos y valores que posee cada participante,
para llegar a tomar decisiones prudentes. La decisión prudente es aquella que brota del análisis y evaluación de una situación de incertidumbre
Comentarios
Publicar un comentario